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Gaudí fue un arquitecto singular.
Las múltiples contradicciones que presenta su obra hacen complejo encasillarlo en un estilo arquitectónico, corriente o vanguardia, como se ha intentado en tantas ocasiones.
A pesar de ello, se le sitúa dentro del Modernismo Catalán, corriente que coincidió con su plenitud creadora a finales del XIX y principios del XX.
Antoni Gaudí nació el 25 de junio de 1852 en la comarca del Baix Camp (según algunos biógrafos en la localidad de Reus, según otros en el Mas de la Calderera en Riudoms).
Su padre, Francesc Gaudí Serra (1813-1906), era calderero de profesión y su madre, Antonia Cornet Bertran (1813-1876), también provenía de familia de caldereros. Más de cinco generaciones de oficios le transmitieron a Gaudí una gran capacidad para la concepción espacial y el sentido plástico, antes de proyectar sobre una superficie plana.
Los primeros años de vida sufrió de reumatismo articular. Esta enfermedad le impedía a menudo asistir al colegio, lo que le permitió desarrollar un gran talento como observador de la naturaleza en sus ratos de soledad.
En 1863, se matricula en el colegio de los Escolapios de Reus donde recibe la formación religiosa y humanística característica de los padres de San José de Calasanz. Allí asiste hasta el curso de 1868-1869, cuando se traslada a Barcelona para realizar el bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de Barcelona.
Durante su paso por la Universidad, estudió con gran dedicación a Violet-le-Duc y revisaba cada nuevo libro que ingresaba en la biblioteca especializada de la Escuela. También se interesaba por las fotografías de arte grecorromano, árabe o bizantino. Mientras tanto, compaginaba sus estudios con su trabajo como delineante para Francisco de Paula Villar o Josep Fontseré.
Como estudiante de Arquitectura obtuvo notas irregulares. Terminó el 4 de enero de 1878 con un Aprobado en reválida donde tenía que proyectar un Paraninfo universitario. Una difícil tarea, dado que el presidente del tribunal era Elías Rogent, autor del Paraninfo de la Universidad de Barcelona unos años antes.
Gaudí dejó poca documentación escrita sobre sus teorías arquitectónicas. Destacan dos, un estudio sobre Ornamentación y La Casa Pairal, redactados al acabar sus estudios universitarios y conservados en el Museo de Reus.
La trayectoria arquitectónica de Gaudí comenzó con el encargo, por parte del Ayuntamiento de Barcelona, de unas farolas para la Plaza Real y la Plaza de Palacio, seguido de la Cooperativa Obrera Mataronense, proyecto que no se completó.
Su primer gran encargo de relevancia y la primera casa que proyectó, fue la Casa Vicens.
Con ella inaugura su fase oriental y plasma sus conocimientos sobre arquitectura árabe. Vemos el reflejo de sus estudios de fotografías de Egipto e India, de monumentos musulmanes españoles y del libro The Grammar of Ornament (1856) de Owen Jones.
En un primer momento, debido a su apariencia sencilla, nadie lo reconoció. No hasta que le auxiliaron y le llevaron al antiguo Hospital de la Santa Creu, situado en el barrio del Raval. El estado del arquitecto era grave y falleció tres días después, el 10 de junio en el hospital.
El 12 de junio tuvo lugar un multitudinario cortejo fúnebre desde el Hospital de la Santa Creu hasta la catedral, donde tuvo lugar la misa funeral.
Barcelona salió a la calle para despedir a su gran arquitecto. Numerosos crespones inundaron los edificios de la ciudad para dar el último adiós a Antoni Gaudí. Los diarios lo describieron como una “grandiosa manifestación de duelo”. Tras la catedral, la marcha llegó a la cripta de la Sagrada Familia donde se encuentra su tumba.
En la grandiosidad de las obras de Antoni Gaudí se debe reconocer también todo el trabajo artesanal que requerían sus construcciones, entre las personas más destacadas que trabajaron o impulsaron la obra de Gaudí se encuentran:
En vida, Gaudí fue objeto de una sola exposición. Se celebró del 15 de abril al 30 de junio de 1910 en el Salón Anual de la Sociedad Nacional de Bellas Artes, en el Grand Palais de París.
En la exposición se mostraron, entre otras piezas: maquetas de la Sagrada Familia, la pintura de Aleix Clapés de la Casa Vicens y una reproducción en yeso de la arcada de la tribuna del Palau Güell, además de numerosas fotografías realizadas por Adolf Mas de edificios auspiciados por el conde Güell, quien también financió la exposición.
La prensa francesa publicó numerosas reseñas sobre la exposición, pero no hubo unanimidad, hubo “alabanzas entusiastas y censuras” (La Vanguardia, 12 de mayo de 1910).
La siguiente exposición destacada, donde se mostró la obra de Gaudí, fue la realizada en el MoMA (Nueva York) en 1936-1937 titulada Fantastic Art, Dada, Surrealism, donde se expusieron 10 fotografías de la Sagrada Familia, el Park Güell, la Casa Batlló y la Pedrera en la sección de arquitectura fantástica.
Dos décadas después, en 1956, se celebró, en el Saló del Tinell (Barcelona), la exposición promovida por la Associació Amics de Gaudí.
El MoMA rindió de nuevo homenaje al arquitecto catalán con la exposición ‘The architecture of Gaudí’ (18 diciembre 1957-23 febrero 1958), con la participación de Georges R. Collins y Josep Lluis Sert y comisariada por el historiador de la arquitectura Henry-Rusell Hitchcock.
Ya en la década de los 70, del 18 de junio al 27 de septiembre de 1872, en el Museo de Artes Decorativas de París, dentro del ciclo de exposiciones Los Pioneros del siglo XX, se dedicó una exposición a Gaudí. Estuvo a cargo de Amigos de Gaudí y de la Cátedra Gaudí de la ETSAB, fue pagada por el Gobierno francés y recibió 30.000 visitantes.
En 2002 se celebró el Año Internacional Gaudí (150 años de su nacimiento), un evento comisariado por Daniel Giralt-Miracle que supuso “el reconocimiento definitivo de la obra de Gaudí. Una aproximación a los edificios, más allá de sus fachadas y de las imágenes ofrecidas en postales o carteles”, como él mismo indica en el libro “Gaudí esencial”.
Ese año, además, tuvieron lugar numerosas exposiciones, tales como “Impacte Gaudí” que tuvo lugar en el Centro de Arte Santa Mónica; la exposición “Gaudí. Arte y diseño” (Sala de exposiciones de La Pedrera); la exposición “Dalí y Gaudí. La revolución del sentimiento de originalidad” en el Castillo Gala Dalí de Púbol o “Universo Gaudí”, que se celebró en el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB) de Barcelona.
En 2021, se inauguró en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC, Barcelona) la exposición “Gaudí”, comisariada por Juan José Lahuerta. En 2022, se presentó esta misma muestra en el Musée d’Orsay (París, Francia). La exposición planteaba una nueva mirada sobre el arquitecto y su obra a través de más de 650 piezas.
· Creación de la asociación Amics de Gaudí (Amigos de Gaudí) en 1952, por César Martinell: supone la primera recuperación pública de la figura de Gaudí en España.
· Creación de la asociación Amigos de Gaudí en Japón, por parte del arquitecto Kenji Imai.
· Creación de la Càtedra Gaudí en la Escuela de Arquitectura de Barcelona en 1956, con Josep Francesc Ràfols i Fontanals como primer director.
· Defensa de Salvador Dalí en 1956, en el Park Güell. Una acción homenaje donde Dalí leyó un discurso y pintó con alquitrán el perfil de la Sagrada Familia. Un gran lienzo de 6 m de alto hecho con el objeto de recaudar fondos para la Sagrada Familia.
· Internalización de la figura de Gaudí, por Josep Lluís Sert, con fotografías de Gomis y Prats, en la colección Fotoscops.
· En 1956, George R. Collins visitó Barcelona y la exposición en el Saló del Tinell, creó la filial de Amics de Gaudí en Nueva York y publicó el primer estudio en inglés sobre el arquitecto en 1960.
Esta designación fue ampliada en 2005 con la inscripción de la Casa Vicens, la Casa Batlló, la Cripta de la Colonia Güell y la Fachada del Nacimiento y la cripta de la Sagrada Familia. En total, siete edificios inscritos por su excepcional contribución a la evolución de la arquitectura y sus revolucionarias técnicas de construcción.