Construcción y deconstrucción de un arquitecto

El 7 de junio de 1926 Gaudí se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri que visitaba a diario para rezar y entrevistarse con su confesor, mosén Agustí Mas i Folch; pero al pasar por la Gran Via de les Corts Catalanes, entre las calles Girona y Bailén, fue atropellado por un tranvía, que lo dejó sin sentido.

Siendo tomado por un mendigo, al ir indocumentado y a causa de su aspecto descuidado, con ropas gastadas y viejas, no fue socorrido de inmediato, hasta que un guardia civil paró un taxi que lo condujo al Hospital de la Santa Cruz. Al día siguiente lo reconoció el capellán de la Sagrada Familia, mosén Gil Parés, pero ya era tarde para hacer nada por él. Murió el día 10 de junio de 1926, a los 73 años de edad, en la plenitud de su carrera. Fue enterrado el 12 de junio, con presencia de grandes multitudes que quisieron darle el último adiós, en la capilla de Nuestra Señora del Carmen de la cripta de la Sagrada Familia. (Fuente Wikipedia)

Hace 91 años, un 10 de junio moría Antoni Gaudí en el Hospital de la Santa Creu. Había ingresado el día anterior, no como el reconocido arquitecto que era, sino como un pobre desconocido de barba blanca a quien había atropellado un tranvía.

En 1883 otro Gaudí también desconocido, recién licenciado en arquitectura, emprendía la construcción de la Casa Vicens y al mismo tiempo la construcción de su vida, una vida que iría mucho más allá de aquel fatídico 10 de junio.

Entre los dos hechos sólo pasaron 43 años, años en los que Gaudí cambió su arquitectura, sus creencias, sus valores y su estilo de vida, comenzando como un novato arquitecto desconocido, viviendo como un gran maestro reconocido y muriendo como un anónimo desconocido. Polvus eris.

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La primera casa del gran arquitecto del Modernismo. Declarada patrimonio mundial por la UNESCO.

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