Gaudí y su concepto de casa

“La casa es la pequeña nación de la familia. La familia, como la nación, tiene historia, relaciones exteriores, cambios de gobierno, etc. La familia independiente tiene casa propia, la que no lo es tiene casa de alquiler. La casa propia es el país natal; la de alquiler es el país de emigración; por eso la casa propia es el ideal de todos.”

Así empieza uno de los pocos escritos que se conservan de Gaudí, testimonio de sus reflexiones sobre la casa y la familia. El texto se titula La casa pairal (La casa solariega) y se encuentra adjunto al cuaderno llamado Manuscrit de Reus (Manuscrito de Reus). En este manuscrito el arquitecto anotó desde cuentas hasta diferentes reflexiones alrededor de la arquitectura y la ornamentación.

A lo largo de sus reflexiones podemos entrever con claridad la idea que Gaudí tiene de la casa en un contexto sociocultural concreto, aunque él especifique que “la necesidad de la casa solariega no es solo de una época o de una familia determinada, es la necesidad de todos y de siempre.” Así, el joven arquitecto reflexiona sobre las dimensiones del solar y sobre los usos que se hacen de las estancias de las viviendas, entre otros temas. En el escrito también se dibujan las características de la vivienda ideal, que encontramos finalmente materializadas en la Casa Vicens.

La principal referencia del documento es Barcelona, una ciudad que en esos momentos aún tenía más gente viviendo dentro de los espacios insalubres que conformaban las antiguas murallas que en el nuevo Eixample, en ese momento en plena construcción. Así, a lo largo del texto, Gaudí se muestra crítico con el proyecto de ampliación de la ciudad y con la especulación que este genera. Por contra, defiende el concepto de casa solariega, un hogar aislado, espacio del núcleo familiar, que ofrece unas condiciones mucho mejores que las viviendas urbanas.

“En fin, la casa que imaginamos tiene dos objetos: primero, por sus condiciones higiénicas, hacer de los que en ella crecen y se desarrollan seres fuertes y robustos; y segundo, por sus condiciones artísticas, dotarlos, en lo posible, de nuestra proverbial entereza de carácter; en una palabra, hacer de los hijos que allá nazcan verdaderos hijos de la casa solariega”.

Descubre Casa Vicens, el Gaudí inédito

La primera casa del gran arquitecto del Modernismo. Declarada patrimonio mundial por la UNESCO.

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