Arquitectura orientalista en Gràcia

A mediados del siglo XIX, la ciudad de Barcelona está inmersa en un gran interés por la cultura del Oriente Próximo. Este gusto por el orientalismo coincide con un momento de expansión de la ciudad y de afianzamiento de la nueva clase burguesa, que se traduce en la construcción de nuevos edificios con un estilo ecléctico donde la arquitectura árabe del sur de España y del norte de África se convierte en modelo de inspiración.

El paseo de Gràcia fue el eje donde se concentró un mayor número de edificios y establecimientos construidos con un estilo neoárabe. Aunque muchos han desaparecido, la Casa Pere Llibre (paseo de Gràcia 24), del arquitecto Domènec Ballet (1872), es un claro ejemplo de este estilo.

En Gràcia, la Casa Vicens es la culminación del orientalismo; Antoni Gaudí proyectó un edificio, donde más allá de inspirarse en referencias de la cultura musulmana y mudéjar, creó una obra con un lenguaje totalmente innovador.

Muy cerca de la Casa Vicens, en la plaza Lesseps, 31, en 1906 el arquitecto Jaume Torres proyectó un edificio de viviendas para la familia Ramos, de ahí que sea conocido como “Casas Ramos”. El piso principal, destinado al empresario y político Ricardo Ramos, conserva un salón decorado siguiendo el gusto neoárabe del momento.

Y en la zona de Vallcarca, en el paseo de la Mare de Déu del Coll, 41-51, encontramos otro ejemplo de arquitectura orientalista. Se trata de la conocida como “Casa Marsans”, una casa de veraneo para la familia fundadora de la Banca Marsans y de la primera agencia de viajes de España. El proyecto fue realizado por Juli Marial i Tey en 1906, y su interior, con sus arcos y decoraciones con motivos islámicos, nos transporta a tierras lejanas.

Descubre Casa Vicens, el Gaudí inédito

La primera casa del gran arquitecto del Modernismo. Declarada patrimonio mundial por la UNESCO.

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