Hasta ese momento Gaudí había desarrollado proyectos menores, sobre todo de carácter urbanístico, mientras finalizaba sus estudios de Arquitectura.
La Casa Vicens es la primera casa proyectada por Gaudí. Una casa unifamiliar concebida bajo los preceptos que escribió en el documento conocido como “La casa solariega” (1878-1883).
Como punto de partida de la obra gaudiniana, Gaudí crea una innovadora y original obra que se diferencia de lo que se había construido anteriormente en Cataluña. Uno de los primeros ejemplos de la renovación estética del arte y la arquitectura que tuvo lugar en toda Europa a finales del siglo XIX.
La construcción de la Casa Vicens se sitúa en la villa de Gràcia, una localidad que hasta el siglo XIX era agrícola y poco poblada. Sin embargo, con la revolución industrial, se comenzaron a asentar fábricas de vapor que aceleraron su urbanización convirtiéndose en un pueblo de gran actividad cultural, obrera y pequeñoburguesa. En torno a 1860, en la villa ya se había establecido el entramado de calles que ha llegado más o menos hasta nuestros días.
Destaca por su importancia la calle Gran de Gràcia, vía de unión con el aristocrático paseo de Gràcia, que actuaba a la vez como eje vertebrador y de conexión entre Barcelona y el creciente pueblo de Gràcia. Desde el puerto salía el tranvía que permitía aproximar las dos poblaciones.
Finalmente, en el año 1897 el municipio se anexiono como barrio de la ciudad condal.
El origen del encargo de la Casa Vicens nos sitúa en el 20 de febrero de 1883, momento en que don Manel Vicens i Montaner solicita permiso al Ayuntamiento de la Vila de Gràcia para construir una casa de veraneo en la calle Sant Gervasi número 26 (actual calle de Les Carolines).
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Un mes antes había solicitado permiso para derrumbar la casa que había heredado de su madre, Rosa Montaner, dado el mal estado de conservación en que se hallaba. La solicitud se acompañaba por una serie de cuatro planos (situación, planta, alzado y sección) firmados por el arquitecto Antoni Gaudí, con fecha del 15 de enero de 1883, donde vemos ya desplegada su enorme creatividad y habilidades para el diseño.
En el dibujo a tinta de la fachada se observa cómo Gaudí delineó con gran detalle las hojas de palmera que irían colocadas en la reja de acceso. Un encargo realizado por el escultor Lorenzo Matamala y llevado a fundición por parte de Juan Oñós.
En la planta presentada ante el Ayuntamiento de Gràcia se observa como la construcción de Gaudí contemplaba tres fachadas adosadas a una pared medianera de la construcción lindante. La fachada sudoeste, considerada principal, quedaba abierta al amplio jardín que rodeaba la casa.
La orientación y la abundante vegetación del jardín garantizaban la frescura que necesitaba una casa de veraneo. Además, el jardín se estructuraba en dos espacios: uno con parterres circulares, delante de la fachada principal, y otro dedicado al huerto, más elevado, al fondo del solar.
Alrededor de La Renaixensa, el Centre Català, el Ateneu Barcelonès o la Associació Catalanista d’Excursions Científiques se reunían, desde grandes empresarios, como Eusebi Güell, hasta escritores, arquitectos y artistas, como Francesc Torrescassana, Mariezcurrezna, etc., todos ellos personajes vinculados posteriormente a la obra de Gaudí y también a la Casa Vicens.
De Manel Vicens (1836-1895) se sabe muy poco. Su testamento es el documento más destacado para conocerlo, en él se indica que su profesión era la de agente de cambio y bolsa.
La señora Rosa Montaner y Matas indicó en su testamento que todos sus bienes procedían de Agustín María Baró y Tastas, quien la nombró heredera universal a su muerte.
En 1895 muere Manel Vicens, dejando a su esposa, Dolors Giralt i Grífol, como heredera universal y, en caso de la muerte de esta, a su hija Juana Peña Medina. Juana era natural de Alhama y fue adoptada por el matrimonio Vicens con tan solo cinco años tras quedar huérfana en el terremoto que asoló la localidad granadina el 25 de diciembre de 1884.
En el testamento de Manel Vicens también se menciona una casa en la localidad de Alella, para la cual Gaudí diseñó dos muebles que pueden verse en la exposición permanente, así como dos propiedades en el centro de la ciudad de Barcelona y algunos terrenos en la zona de Vallvidrera.
Cuatro años después del fallecimiento de Manel Vicens (diciembre de 1899), su viuda vendió la casa a Antonio Jover Puig por un precio de 45.000 pesetas, según consta en el Registro de la Propiedad.