1900-1909
En 1408 el rey Martín el Humano, último conde de Barcelona, adquirió esta propiedad que el mismo denominó Bellesguard (bella vista). Su pasado medieval inspira a Gaudí la creación de esta obra a medio camino entre el modernismo y el gótico.
El encargo, realizado por Maria Sagés i Molins, viuda de Jaume Figueras, consistía en la consolidación de los restos del antiguo palacio de época medieval y la construcción del viaducto.
Destaca la caja de la escalera, rematada por una aguja y coronada por la cruz de cuatro brazos. También destaca el uso de la piedra de pizarra propia de la zona, que refuerza el pasado medieval del edificio.