1906-1912
Conocida como “La Pedrera” por la semejanza con una cantera, esta última obra civil fue un encargo de Pere Milà y Roser Segimon a un Gaudí de 54 años.
Se trata de un gran edificio de viviendas, con dos bloques y patios interconectados. Destaca por las soluciones constructivas aplicadas, la ausencia de paredes de carga y un ingenioso sistema de pilares, columnas y vigas.
Las fachadas, de gran austeridad cromática, parecen estar en constante movimiento por sus formas ondulantes que combinan con las abstractas barandillas de hierro. En la azotea, Gaudí transforma las chimeneas, las cajas de escalera y las torres de ventilación en esculturas agrupadas o exentas.