1904-1906
En 1903, el industrial textil Josep Batlló, compra un edificio realizado por Emili Sala i Cortés en el Passeig de Gràcia para convertirlo en su vivienda. Encarga el proyecto a Antoni Gaudí, quien en lugar de derribar el edificio y levantar uno de nueva planta, proyecta una reforma integral.
La superficie ondulada de la fachada, recubierta con trencadís, es uno de los elementos más icónicos. En la parte superior destaca el original tejado acabado con piezas cerámicas que recuerdan a las escamas de un animal.
En el interior, como era habitual en los edificios de viviendas, trabajó profusamente la decoración de la Planta Noble, el despacho y vivienda de la familia Batlló.
En el patio de luces, que recorre todas las plantas, Gaudí logró que la luz llegara de manera uniforme a través del tamaño de las ventanas y la tonalidad cromática de los azulejos azules.