1884-1887
Eusebio Güell había heredado un gran terreno en la zona de Pedralbes que incluía una casa de veraneo (actual Palacio Real de Pedralbes) y varias tierras de cultivo. Gaudí asumió el ambicioso encargo urbanístico, pero no llegó a finalizarse. A día de hoy solo se conservan los pabellones de la portería y de las caballerizas-picadero.
Destaca el uso de arcos parabólicos transversales y la aplicación, por primera vez, del trencadís cerámico, tan característico de su obra.
También podemos disfrutar de la puerta del dragón, inspirada en el poema L’Atlàntida de Jacint Verdaguer, que el escritor había dedicado al suegro de Güell. En la reja aparece un dragón en hierro forjado que representaría a Ladó, el guardían del jardín de las hesperides, vencido por Hercules en su onceavo trabajo.