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La Casa Vicens en el siglo XX

La Casa Vicens comienza el siglo XX con un nuevo propietario: Antoni Jover Puig (1855-1930), un prestigioso médico que desarrolló su carrera en Cuba.

Obtuvo el título de medicina en Barcelona en 1874 y parece que en 1877 ya estaba establecido en La Habana. En el año 1891 ganó una cátedra en la universidad de la capital de Cuba y se centró en la pediatría. En Cuba participó activamente con el casal catalán y fue también un miembro destacado de la sociedad civil española contra la independencia de la isla. Finalizada la guerra (1898), renunció a la cátedra de La Habana y volvió a Barcelona, donde parece que no tuvo demasiado contacto con los círculos médicos de la ciudad.

A diferencia de la familia Vicens, Antoni Jover Puig decide vivir de manera habitual en esta casa unifamiliar y en 1925 decide ampliar la vivienda, solicitando a Gaudí la ampliación.

Carátula del expediente de permiso a D. Antonio Jover para reconstruir la fachada de la casa sita en la calle de las Carolinas.  AMCB
Carátula del expediente de permiso a D. Antonio Jover para reconstruir la fachada de la casa sita en la calle de las Carolinas. AMCB

En aquel momento el arquitecto, a un año del accidente que causó su muerte, se encuentra trabajando en exclusividad en la construcción de la Sagrada Familia. No obstante, autoriza la ampliación por parte de uno de sus discípulos, Joan Baptista Serra de Martínez (1888-1962).

Serra de Martínez se había graduado como arquitecto en 1914, y aparte de realizar algunas viviendas en la ciudad de Barcelona, fue arquitecto municipal de las poblaciones de Montcada i Reixac, Ripollet, Begues, Molins de Rei y Sant Feliu de Codines.

El 28 julio de 1925 Antoni Jover presenta una instancia para hacer obras en su finca, con la siguiente solicitud:

Deseando decorar las fachadas de la casa de su propiedad de la calle de las Carolinas y estando afectada por la nueva alineación de la calle cede al Exmo. Ayuntamiento la parte afectada, reconstruyendo la fachada según indican los planos que por duplicado se acompañan”.

Unos meses más tarde, el 26 de noviembre de 1925, se aprueba el permiso para “Derribar y reconstruir la fachada situándola a la línea oficial y practicar obras de reforma en una casa de la calle de las Carolinas”.

Entre 1925 y 1927 la finca de la Casa Vicens amplió notablemente su extensión, Antoni Jover adquirió varias fincas aledañas para ampliar tanto la casa como el jardín. La ampliación afectó a la vivienda, que sumó una segunda crujía, casi dobló su extensión e incluyó una nueva escalera interior. Por otro lado, la reordenación urbanística de la calle Carolines, provocó modificaciones en el acceso a la vivienda, que perdió parte del terreno y su doble acceso.

Por último, se produjo la ampliación del jardín llegando hasta la actual Avenida Riera de Cassoles. Este hecho provocó la apertura al jardín de la cascada de Gaudí y la construcción de un templete dedicado a Santa Rita sobre una fuente natural de agua carbonatada a la que se atribuían propiedades curativas desde el siglo XVIII. Las aguas de este manantial habían sido declaradas de utilidad pública en 1895 y desde entonces se comercializaban.

Vista de la Casa Vicens. IAAH.
Vista de la Casa Vicens. IAAH.
Plano de la fachada de Casa Vicens, por Joan Baptista Serra de Martínez. 1925. AMCB
Plano de la fachada de Casa Vicens, por Joan Baptista Serra de Martínez. 1925. AMCB

Esta ampliación de la Casa Vicens, realizada por Joan Baptista Serra de Martínez, recibió el premio al mejor edificio en el Concurso Anual de Edificios Artísticos organizado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1927.

A la muerte de Antoni Jover Puig en 1930, la casa paso a ser propiedad de Ángela González Sánchez, su viuda. En sus manos, la casa tuvo una reforma destacada, de la que se tiene constancia con la instancia presentada ante el Ayuntamiento el 17 de marzo de 1935. En ella se solicita la ampliación de la casa con un cuerpo en la fachada septentrional del edificio, junto con unos planos firmados por el arquitecto F.V. Ortenbach.

A lo largo del siglo XX continuaron las transformaciones de la finca, en este caso para reducir su tamaño, debido a la especulación urbanística y el interés incipiente por la villa de Gràcia. La primera tuvo lugar en 1946, cuando se venden los terrenos donde se ubicaba la cascada de Gaudí, separando la Casa Vicens de la capilla de Santa Rita. Finalmente, en 1963, se decide vender también el terreno situado en la esquina de la calle Carolines con la Avenida Riera de Cassoles, donde se ubicada dicha capilla.

Capilla de Santa Rita. Arxiu Gavin del Monestir de les Avellanes.
Capilla de Santa Rita. Arxiu Gavin del Monestir de les Avellanes.

La casa fue propiedad de Ángela González Sánchez hasta 1962 cuando murió nombrando herederos a sus hijos: Antonio, Gaspar, María de la Paloma y Fabiola Jover González.  En 1964 se realizó la división de los bienes integrados, quedando la finca de Casa Vicens en propiedad de Fabiola Jover González quien, junto con su marido el ginecólogo Antonio Herrero López, decidieron encargar al arquitecto Antonio Pineda Gualba la realización de reformas en el sótano y la planta baja.