Guerra. Nikki Luna

EXPOSICIÓN PASADA
DEL  20.01.22  AL  26.06.22

‘Guerra’ es una exposición creada en exclusiva para Casa Vicens por Nikki Luna. Luna es una artista filipina que vive en las Islas Baleares. Ha estado inmersa en las historias de mujeres marginadas y vulnerables durante más de una década.

 Su exposición actual ‘Guerra’ sigue estando basada en la comunidad, tejiendo sus narrativas en arte y recontextualizando sus experiencias desde un lugar de opresión a una posición de poder. Luna es conocida por su cuerpo de trabajo que aborda principalmente la violencia social/política con una lente feminista. Cubre, y no se limita a, la misoginia, las mujeres utilizadas como armas en la guerra y los derechos humanos de las mujeres. Luna es una mujer que vive y está conectada con una nación que se recupera del colonialismo y lucha bajo el imperialismo acosado por problemas como la pobreza, la corrupción y la falta de tierra.

Actividades: visitas guiadas

Con motivo de la exposición, se han programado visitas comentadas en inglés, realizadas por la propia artista, que contarán con la traducción simultánea al catalán y al castellano. Después de la visita comentada se puede realizar la visita libre a la Casa Vicens con audioguía.

Las visitas están programadas para los siguientes días: 12 de febrero de 2022 (12:00h), 5 de marzo (12:00h), 2 de abril (12:00h), 7 de mayo (18:00h) y 4 de junio (18:00h).

Resumen por Adjani Arumpac

En el siglo XVIII en Filipinas, un grupo asentado a la orilla del río Kansahayan huyó para escapar de las incursiones de los piratas. Acto seguido se asentaron junto a la orilla del río Tubig ng Bayan, donde construyeron una iglesia de piedra en agradecimiento a la Señora del Santísimo Rosario, por lo que el pueblo pasó a llamarse Santo Rosario. Nikki Luna rastrea sus orígenes hasta este pequeño pueblo del interior en el noreste de Filipinas. En Guerra, evoca el pueblo de Rosario. Como cuando se reza la oración del mismo nombre, Luna se agarra las cuentas, y cada una de ellas cuenta la historia de una mujer de Rosario a la que considera su familia.

“Nanay Mili” (Madre Mili), la bisabuela de la madre de Nikki, vendía cacao cosechado en su patio trasero, bagoong fermentado (pasta de gambas) y tulingan (atún). Todos los días colocaba sus productos en un recipiente metálico y alto que se aseguraba en la cabeza con un gikin o paño enrollado. Nanay Mili caminaba entonces hasta el mercado del pueblo, balanceando sobre su cabeza su mercancía. Allí, se ponía en cuclillas y vendía sus productos. Siempre que podía cogía el autobús para ir a Manila, donde podía vender sus productos en un mercado más grande. Lola Conching, nieta de Nanay Mili, era ama de casa. Estaba casada con Lolo Jo, que fue funcionario público en Rosario durante 29 años. Pudo comprar un pequeño terreno junto a su casa. Vivía en una casa construida en cemento y conducía un jeep y una moto de su propiedad. Lolo Jo quedó paralizado tras un accidente de tráfico. Lola Conching y Lolo Jo tuvieron 12 hijos, de los cuales 8 fueron mujeres.

Cinco de estas mujeres eligieron buscar su sustento fuera del país para ayudar mejor con la manutención de la familia. De la misma manera que Nanay Mili aseguraba la carga de su cabeza con un paño, estas cinco hermanas equilibraron la precariedad y la firmeza que implicaba trabajar para sus familias desde el extranjero durante décadas. Del fue la primera en irse. Trabajó en Alemania durante 27 años. Tes trabajó en Mónaco, Niza, Bélgica y Los Ángeles. Wena sólo tenía 21 años cuando se fue a Alemania. Lyn trabajó en Arabia Saudí durante una década. Alona lleva 17 años trabajando en Londres. De las 8 mujeres, 3 se quedaron. Wilma, Juliet y Beverly son amas de casa o, como prefiere llamarlas Luna, “hacedoras de hogares”, ya que, aunque no todas están casadas, tienen esta labor en común.