Martes 26 Noviembre, visita libre y guiada al 50% descuento. Código: GAUDI50 (Limitado a 300 usos y no aplicable a visitas ya promocionadas)
Incierto equilibrio nace del compromiso con la búsqueda de un equilibrio personal y absoluto, en que aborda su propia identidad, el momento histórico y sus relaciones con el entorno. Desde la ideación hasta la acción, desde la teoría hasta el momento de impregnar el lienzo, el artista cuestiona conceptos de identificación, paternidad, pertenencia, raza, ecología, y todo partiendo de —y manteniendo— la búsqueda del equilibrio.
En colaboración con la diseñadora de producto Itziar Luna y el compositor Perdi Rominger, este proyecto navega canales diversos para llevar al espectador a un viaje interno y universal simultáneamente, a través de sonidos, experiencias con el espacio y los objetos expuestos, la pintura y, principalmente, el papel.
El artista reconsidera el objeto pictórico en un intento de ensalzar el valor del papel y reconfigurar códigos construidos de jerarquía en relación con el marco que contiene la obra. El papel como origen de todo y la pintura como punto de unión entre todos los elementos de la exposición.
Txemy se libera de paredes y reglas, en un viaje que se manifiesta en abstracción y notas figurativas, en un ejercicio de eliminar lo superfluo y todo condicionante de la noción más pura del yo (del nosotros). Sin marcos, sin género, sin expectativas, dejando que el color hable y la música acompañe.
El proceso de creación para esta exposición ha sido concebido como una oportunidad para afrontar las cuestiones esenciales que han surgido durante la pandemia de la COVID-19. El artista plantea cada obra como un reto diferente, saliendo de su zona de confort de forma intencional para responder a una observación más profunda de si mismo, sus instintos, necesidades y límites; tanto culturales como propias.
Con la intención de catalizar una reflexión conjunta sobre el efecto que 2020 ha tenido en todos nosotros, se invita al espectador a una experiencia tanto individual como colectiva, de desprenderse de muros impuestos en un intento de volver a lo natural. Este regreso al origen se traduce como una constante que determina elecciones de materiales, colores, sonidos y movimiento. Se lleva al público de un confinamiento, a una celebración del no-artificio, como culminación de la etapa que estamos viviendo.
Sara Catalán - Comisaria
En colaboración con: Sequra